PARTES DE UN JAMÓN IBÉRICO

Una vez más nos centramos en el producto ibérico por excelencia en nuestro país e incluso fuera de nuestras fronteras. 

Hoy, desde el Matadero Frigorífico el Navazo queremos hablarte de la morfología de esta exquisita pieza del cerdo ibérico. Es muy importante conocer bien las partes del jamón para cortarlo adecuadamente y disfrutar al máximo de su sabor. Dependiendo de la parte de corte de este producto ibérico puede variar la infiltración de grasa, la salinidad o la fibrosidad de la carne. De este modo, hay partes que son más adecuadas para consumir en lonchas y otras, que es más recomendable comerlas en taquitos o cocinadas; en croquetas o en una buena guarnición. Eso sí, siempre apreciarás más las cualidades organolépticas del jamón ibérico si lo consumes recién cortado. 

Para ayudarte a que disfrutes de este manjar español vamos hablar de sus diferentes partes:

La Punta es el extremo opuesto a la pezuña de la pata de jamón ibérico. Es muy sabrosa y contiene una gran cantidad de grasa. También, es la zona de los jamosnes dónde se concentra más la sal, porque éstos se cuelgan justo por el otro lado y los fluidos grasos se concentran en este extremo por la gravedad. Es interesante que el corte de las lonchas lo hagas más pequeño para saborear mejor su intensidad.

La Maza es donde se encuentra la mayor cantidad de carne y el lugar por el que normalmente empezamos a partir la pata de jamón. También, en la maza del jamón ibérico es donde se encuentra la mayor infiltración de grasa en la carne. Las lonchas pueden ser de diferente tipo según las cortes, si lo haces por la zona central o por los laterales y la punta. Otra característica de esta parte del jamón es que su carne tiene un toque dulce. 

La Contramaza  es la parte más curada del jamón por su estrechez, y por eso tiene muy poco contenido graso. Una vez que hayas consumido la maza es por dónde debes continuar el corte del jamón.  

La Babilla está situada por debajo de la maza, justo entre los huesos fémur y coxal. Sin duda, es la zona menos jugosa de la pieza ibérica. Si vas a consumir el jamón rápidamente, desde el Matadero Frigorífico El Navazo te recomendamos comenzarlo por la babilla para que no se pierdan el sabor y los aromas de la maza. Además, te aconsejamos sacar lonchas que incluyan grasa exterior –nunca de color amarillo que saben a rancio-, para que sean más jugosas. Es la parte más difícil de cortar y el aspecto de su carne no suele ser tan bonito como las de la maza. 

El Jarrete proporciona una carne de jamón fibrosa pero fácil de masticar. Es una parte aceitosa. Debido a su dureza se puede consumir en lonchas o en taquitos, pero esto no implica, en absoluto, que su sabor no sea exquisito. 

La Caña es la parte que se encuentra ubicada justo antes de la pezuña. Una mayor estrechez de la caña indicará pureza en la reza del cerdo, así como una seña de calidad. En esta zona, la carne es más dura y fibrosa que en el jarrete. Igualmente suele ser la parte más aceitosa. Por este motivo, su carne puedes usarla en forma de tacos para añadir en estupendos guisos.

La Pezuña, en un extremo del jamón, se suele usar para caldos porque aporta mucho sabor. 

Por lo tanto, cuando te sitúes delante de un jamón ibérico, te encontrarás ante una pieza que contiene una gran variabilidad de matices, aromas y sabores. Si eres amante del jamón ibérico, como si lo eres menos, desde el Matadero Frigorífico El Navazo, expertos en este manjar, esperamos haber acertado con nuestros consejos para que puedas sacar mejor partido a nuestra estrella gastronómica nacional: el jamón ibérico. 

Uno de nuestros objetivos es tu bienestar…y el «gastronómico» es fundamental.